En tres líneas:
Primera: dio ayudas Emmanuel Matos, primeras, en los dos toros. Eficaz. André Matos: animo y recupérate que te necesitamos.
Segunda: Bruno Casquinha, el Forcado más elegante ante la cara del toro, ganó el premio a la mejor pega.
Tercera: Diogo “Ruço” cumplía años en unas horas y le pesó, porque siempre pesa una fecha es señalada y un año más, pero cumplió.
Las crónicas se escriben por si alguien vio algo diferente; las críticas se leen para no acabar de creer que la memoria olvida. Aviso: no se si tengo o consigo algo que decir.
Llegar a Nazaré conducida y acompañada por Alexandra y Miguel es una gran ventaja y un placer. Entre risas llegamos y al salir del coche ya teníamos frío. La t-shirt de Miguel parecía que había ido a la cara del toro. Más frío. Tal vez miedo. Buscando una tienda de souvenirs para comprar una manta dimos con la merienda -estupenda- que Luis ofreció al Grupo de Forcados de Vila Franca.
La plaza de Nazaré, bella, castiza y acogedora como siempre. Los toros de Lopes Branco, correctamente presentados, les faltaba la transmisión que a veces coincide con la falta de bravura. A los caballeros pudo no faltarles bravura, en momentos, parecía que no era su noche.
El brindis de la pega del premio a Fernando y Pedro fue bien merecido también por lo que siguen, acompañan al Grupo siendo de la Marinha Grande y no habiendo allí forcados…
O Luisinho, hizo bien ampliar restaurante porque esta familia de Vila Vila Franca no deja de crecer. A mi no me dejan de impactar los fantásticos tubos de cerveza. Y creo que me “perjudicaron”.
Esto es lo de siempre: cómo narrar el límite, cómo reflejar las sensaciones, como colocar -como al toro- palabras que en la embestida no se lleven por delante algo que decir y nada que lamentar. El toro como el mar, reclama respeto, por eso al toro se va arriesgando lo menos posible, interiormente nada. Plenos de facultades.
Y en estas líneas coloco un agradecimiento por el privilegio que me dan de entrar en esa vuestra realidad para captar vuestra esencia e intimidad, para aprender y ejercitarme en estas cuatro reglas: paciencia, honestidad, respeto y compasión. Para acompañar el tremendo latido de nuestra propia sangre. Y hacer del dolor ausencia. Pegar de verdad es amar. Y como amar no es brillar, es arder.
Llega la Feria de Octubre de Vila Franca de Xira.
Que Dios reparta suerte.
María José Garcia